BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA

Claude Delangle, uno de los más grandes saxofonistas de nuestra época. Ha enriquecido el repertorio de saxofón colaborando con los compositores más reconocidos, incluidos Berio, Boulez, Takemitsu y Piazzolla, además de apoyar a muchos compositores más jóvenes.  Ha actuado como solista con las orquestas más prestigiosas (London BBC, Radio France, Radio of Finland, WDR Köln, Berlin Philharmonic, Kioi Tokyo) y con grandes directores como D. Robertson, P . Eötvös, K. Nagano, EP Salonen, Miung Wung Chung, G. Bernstein y muchos otros.

Ha trabajado en estrecha colaboración con los Laboratorios de Acústica Musical de la Universidad de París 7, realizando una intensa labor de investigación sobre la acústica específica del saxofón. Ha grabado numerosos álbumes para BIS, Deutsche Grammophon, Harmonia Mundi, Erato y Verany, desde repertorio popular hasta las obras más vanguardistas. En 1988 Claude Delangle fue nombrado profesor del Conservatorio Superior de París, donde ha creado la clase de saxofón más prestigiosa del mundo. Su actividad pedagógica se complementa con numerosas masterclass y cursos por Europa, Norteamérica, Sudamérica, Australia y Asia

 

Entrevista realizada el 26 de enero de 2021, mediante video llamada.

En la web del Rendimiento Musical tenemos el honor de compartir un enriquecedor tiempo con Claude Delangle, una de las figuras más relevantes de la actividad musical internacional y una inagotable fuente de análisis, exploración y amor por su instrumento y por la música. 

Buenas noches Claude, y muchas gracias por este tiempo que nos concedes. Tu amplio bagaje como solista y profesor te sitúa en un privilegiado lugar desde el que observar múltiples aspectos de la música. 

Sé que eres una persona muy curiosa, y que ello te ha llevado a interesarte también por cuestiones que tienen que ver con el equilibrio corporal al hacer música. Me gustaría hacerte algunas preguntas al respecto, que seguro aportarán interesantes claves a nuestros lectores.

¿Consideras que es importante para un músico practicar alguna técnica corporal?

Para mí es absolutamente necesario. Le digo a mis alumnos: “elegid lo que queráis”, y ellos dicen: “voy a correr, voy a la piscina, voy en bicicleta”. Yo les digo: “bien, eso es genial, seguro que lo necesitáis, pero no es suficiente.

Necesitáis algo más profundo para entender la relación entre respirar, el movimiento, el equilibrio, la musculatura profunda. No es solo porque eso te lleva a una mejor posición al tocar, sino porque es algo más. Se trata de tu comprensión completa de tu cuerpo en relación con tu instrumento”. Juntar los lados entre tu cuerpo y tu instrumento.

La música, como la vida, es un continuo de emociones y diversas intensidades. 

¿Cómo consigues tocar con tanta libertad corporal y al mismo tiempo transmitir tanta energía?

Siento que la debilidad de mi cuerpo es mi fortaleza, mi lado más fuerte. Soy muy delgado. Peso alrededor de 55 kilos, 57, 58, como máximo 52. Soy muy ligero. Además, no soy muy fuerte.  Y si hago esfuerzos me encuentro mal enseguida. Por ejemplo, cuando hago deporte soy muy malo corriendo muy rápido, o realizando esfuerzos grandes. Pero soy muy bueno realizando un pequeño esfuerzo durante largos periodos. Tengo mucho fondo. Puedo correr durante una hora o una hora y media. Por descontado que no me fuerzo a mí mismo. También puedo ir en bicicleta durante mucho tiempo, puedo nadar mucho tiempo, pero nunca fuerzo. Por lo tanto con el saxofón hago lo mismo. 

Bueno, ahora voy a cumplir 64.  Cuando estudio, puedo estudiar dos horas o tres horas máximo, sin sentir molestias. Cuando noto alguna molestia, cuando noto que estoy cansado, entonces paro. Inmediatamente. Incluso aunque no haya acabado. Creo que soy muy bueno notando mi cuerpo. Siento mucho mi cuerpo. Soy muy cuidadoso con lo que como, duermo mucho por la noche. Soy muy cuidadoso porque si estoy cansado y no me cuido, muero. No puedo sobrevivir. Porque no soy suficientemente fuerte. Sé que hay gente que es muy fuerte y puede  beber mucho, dejar de dormir, hacer fiestas… Yo me mato a mí mismo si hago eso. Lo sé.

Siento que la debilidad de mi cuerpo es mi fortaleza.

Llevas una actividad muy intensa como solista y pedagogo. En ocasiones encadenas intensas giras de conciertos, masterclass, cursos… Es realmente agotador. Me gustaría que nos contaras algo de tu resistencia. 

 ¿Cómo te sientes estudiando? ¿Sueles estudiar de pie o sentado?

Ahora sí. Cada vez estudio más tiempo de pie. Porque siento que cuando estudio sentado, no tengo la misma energía. Suelo practicar de pie. Tengo que decir que he sido muy afortunado. Cuando era un quinceañero hacía mucho deporte. Especialmente natación y ciclismo. Pero muy duro.  A veces me iba con mis amigos en bicicleta 150 km en un mismo día.  Hacíamos locuras. Íbamos por los Alpes, por montañas muy altas. Creo que gracias a ello y a hacer, a lo largo de mi vida, un poco de deporte, siento que me ha venido muy bien para la salud cardiovascular. No siento molestias cuando toco. Tengo un muy buen sistema de respiración por eso no hago esfuerzo.

Muy a menudo existe una discrepancia entre lo que el intérprete transmite con su cuerpo y lo que realmente suena. En tu caso es asombroso comprobar la riqueza de lo que produces sonoramente. ¿Cuidas tus movimientos cuando tocas?

He sido consciente cuando tenía 20 o 25 años. Cuando era joven me movía mucho tocando. La gente me decía: “te mueves demasiado”. Y algún profesor decía: “puedo adivinar tus gestos musicales, pero no puedo oírlo”. “Porque todo lo haces con los gestos, pero no con la música en sí mismo”. Trabajé un montón con la espalda pegada a la pared para estabilizar mi forma de tocar…    Pero fui aconsejado muy joven de la relación entre el cuerpo y la interpretación, entre la respiración y el cuerpo, y el instrumento. Diría que que soy muy cuidadoso con mis alumnos sobre eso.

Es muy interesante como la mente y el cuerpo se entrelazan continuamente. Nuestra actitud hacia la interpretación tiene mucho que hacer con lo que hacemos con el cuerpo. Muy a menudo, cuando los alumnos quieren ser muy expresivos tocando se tensan en exceso ¿Cómo se puede encontrar un equilibrio entre ser expresivo y estar libre corporalmente?

Yo pido a mis alumnos que canten y que dirijan. Que sean el director e imaginen la orquesta, de forma que expresen todo lo que puedan expresar, sin el instrumento. Porque el problema es que cuando hay tensión, hay confusión entre la musculatura, el cuerpo, la fuerza, y la expresividad. No necesitamos tanta fuerza. No la necesitamos de ninguna manera. Es una especie de transfiguración. Cuando conoces los gestos, cuando cantas y sientes en tu interior donde tiene que estar la música, entonces no necesitas ningún esfuerzo. 

Porque el problema es que cuando hay tensión, hay confusión entre la musculatura, el cuerpo, la fuerza, y la expresividad.

Además, cuando la gente realiza mucho esfuerzo, eso viene de la confusión de pensar: “qué es hacer música, interpretar”. Para algunas personas hacer música es mostrar que soy un muy buen músico, y toco, y ¡mírame!  Hay confusión entre la música y ellos mismos. Pero el problema es que la música no soy yo mismo. Incluso casi no tiene que ver conmigo mismo. Hago música, pero de la misma manera como hablo contigo ahora. Cuando hablamos estamos convencidos de lo que decimos y lo decimos con expresión, pero al mismo tiempo tu eres libre de pensar si estoy equivocado o tengo razón. Después de todo, yo puedo estar hablando con alguien y decir, bueno esto me interesa, o esto no me interesa. Y con la música pasa lo mismo. Toco, de la forma en la que yo leo la música en mi interior. Pero si a la gente no le gusta o no está de acuerdo con lo que hago, ese no es mi problema. 

No estoy aquí para mostrarme yo, para demostrar nada. No es una demostración. La confusión entre interpretación y la demostración, es algo muy nocivo para los músicos jóvenes, porque ellos están acostumbrados a demostrar. No es cuestión de demostrar, sino de interpretar.

Cuando conoces los gestos, cuando cantas y sientes en tu interior donde tiene que estar la música, entonces no necesitas ningún esfuerzo. 

Finalmente Claude, me gustaría que hablaras del estudio. Quizás puede tratarse también de una cuestión de actitud. Cuando hay que estudiar algo difícil, ¿cómo gestionarlo para no tensarse corporalmente demasiado?

Es algo que me parece interesante. Por ejemplo, cuando una pieza es muy difícil, donde hay mucho que leer, entender, dominar, cuestiones técnicas, staccato, muy agudo …Difícil desde cualquier punto de vista:  leer la partitura, los detalles… son muchas cosas que integrar en tu memoria. Seguro que hay pasos en los que no puedes cuidar demasiado tu cuerpo. Estás tan absorto en la lectura, en la música, en la  comprensión, estudiando …  Pero este estadio no debería durar mucho.

Una vez tienes una idea sobre la obra, enseguida deberías integrar la facilidad y mantener siempre el objetivo. Tocar bien una obra no es tocar bien una obra. Tocar bien una obra no es suficiente. Debería parecer fácil. Si tocas bien una obra pero no parece fácil, no tocas bien la obra. Cualquier música, incluida la música escrita, debería ser escuchada como improvisación. Pero si sientes que el músico enfrente tuyo se esfuerza, es muy bueno, ha trabajado muy bien, muy intensivamente, es muy buen músico… Esto está genial, pero sientes que hace demasiado esfuerzo.  Después del concierto dices: “debes estar muy cansado, has tocado con mucha intensidad …” 

Una vez tienes una idea sobre la obra, enseguida deberías integrar la facilidad y mantener siempre el objetivo. 

Pero para mí, ese no es el objetivo. El objetivo es que cuando la gente se acerque a ti al final del concierto diga:  “¡Oh! Me ha encantado tu música. ¿Cuál es la segunda obra que has tocado?… Me encanta esa obra. Me gustaría estudiarla o escuchar una grabación”. Este es el objetivo.  Que a la gente le guste la música, y no tanto que reconozca que tú eres un buen músico, o que has estudiado mucho. Tengo la sensación una vez más, de que muchos de los alumnos piensan en preparar, preparar, preparar…  Muy, muy bien. Y entonces, cuando se saben la obra, es cuando se permiten hacer algo de música y relajarse. Pero el problema es que no se relajan nunca. Porque es demasiado tarde. Lo alargan de una forma intensa, de forma que esta obra queda conectada con tensión. Entonces, cuando tocan la obra, la tocan con tensión. 

Ocurre de la misma forma que si montas un caballo y le pides ir muy rápido, lo tratas mal, le pegas. El pobre caballo no va a correr con placer. Porque para él, se trata simplemente de obedecer al maestro que es muy violento. Creo que de la misma manera, nosotros somos muy violentos con nosotros mismos.  Justo al comienzo no es tan fácil. Pero muy pronto, después de unos días, de una semana, cuando vamos entendiendo el asunto,  pero todavía estamos en el duro proceso de trabajo… : el placer. Si no sientes placer al estudiar, si te agotas a ti mismo cuando estudias, entonces es que no estudias bien. Debes estar mucho más relajado. Tienes que estar mucho más relajado después de tres horas, que al principio. La relajación viene con el trabajo, no al principio. Empiezas a estar relajado después de estar estudiando tres horas. Entonces te sientes muy bien. Un poco cansado por supuesto. Has estado concentrando durante tres horas, o quizás dos, pero te encuentras bien, porque estudiar relaja. La música es una terapia. Si no es una terapia, entonces es que no estudias bien. Ese es el problema. La mayor parte de la gente no estudia bien. 

Si no sientes placer al estudiar, si te agotas a ti mismo cuando estudias, entonces es que no estudias bien. Debes estar mucho más relajado.

Ha sido un placer Claude. Muchas gracias de nuevo, por tu tiempo, amabilidad y por estas valiosas claves para reflexionar y abrir nuevas vías de exploración en el ámbito del cuerpo y la interpretación.  

Entrevista realizada el 26 de enero de 2021, mediante video llamada.

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA

En este vídeo Claude Delangle interpreta los Estudios 3 y 4 de los 6 Estudios de A. Piazzola con la City Chamber Orchestra de Hong Kong.

Claude Delangle interpreta la Rapsodia de C. Debussy con la Orquesta del  Andorra Saxfest.