“¿Mi mejor verano? Sin duda, uno que todavía no he vivido”
Philip Roth. Escritor.

Como sucede cada año, el paréntesis académico del verano representa una ocasión extraordinaria para descansar, renovarnos y recobrar energías. 

¿Crees que es posible disfrutar de él y además aprovechar los enormes beneficios que ofrecen estos meses de transición? ¿Sabes cómo emprender el nuevo curso en las mejores condiciones posibles?

A continuación te presento varias propuestas destinadas a convertir este periodo estival en un sugerente trampolín para el próximo curso. 

Evalúa cómo ha ido tu curso con tu instrumento musical o con la voz.

Cuando concluimos un curso, una etapa, o el mero estudio de una obra, nos interesa tomarnos un momento para reflexionar sobre ello. En esta tarea de análisis puedes:

  • Pregúntate cómo te sentías al principio de curso en relación con tu rendimiento musical y cómo te has sentido en las últimas semanas.
    • ¿En qué aspectos te ves mejor?
    • ¿En qué otros asuntos tienes la sensación que no se ha dado la mejora que esperabas o deseabas?
    • ¿Qué aspectos consideras que has descuidado y que habría sido importante tener en cuenta?
  • ¿Cómo has gestionado las dificultades o los momentos más delicados?

Proyéctate hacia el próximo curso.

A partir de esta reflexión, proyéctate de forma constructiva y motivadora hacia el próximo curso. Una muy buena forma de generar energías positivas tiene que ver con dirigir tu foco de atención hacia aquello que deseas conseguir en el futuro. 

    • Pregúntate por aquello que realmente deseas conseguir o realizar durante el curso próximo con tu instrumento: pruebas de orquesta, masterclases, audiciones, conciertos ….
    • Piensa en las mejoras que quieres conseguir y en qué áreas concretas: técnicas, corporales, psicológicas, interpretativas, generales…
    • Conecta con tu auténtico deseo de mejorar, en lugar de plantearlo en términos de “tendría que estar mejor”.
    • Visualízate a ti mismo esforzándote y superando las dificultades que puedan producirse durante el curso próximo.

Diseña propuestas interesantes para este verano

A partir de los dos puntos anteriores, pregúntate cómo puedes  plantear tu verano con el fin de crear unas condiciones idóneas para el comienzo de tu nuevo curso. Aquí dispones de algunas sugerencias:

  • Tómate unos días para descansar de la intensidad del final de curso.
    • La mejor forma que tiene tu mente de hacerlo es mediante la distracción.
    • Lleva  a cabo actividades no necesariamente musicales, que te sean especialmente gratas.
  • Piensa que las pausas en la actividad desempeñan una función inestimable.
    • Desde el punto de vista corporal, una pausa de unos días te permitirá diluir muchas de las tensiones acumuladas. Además facilitará  el reajuste posterior de múltiples aspectos viciados por el cúmulo de trabajo o la presión.
    • Emocionalmente te vendrá muy bien para reencontrarte con buenas sensaciones, incluidas las ganas de reanudar la actividad musical.
  • Realiza actividades musicales que te produzcan satisfacción por sí mismas:
    • Realiza encuentros con amigos para tocar juntos.
    • Explora otros estilos musicales.
    • Desarrolla tu creatividad musical (nuevos formatos de conciertos, combinación de música con otras artes o disciplinas,…).
    • Amplía el repertorio de música que escuchas.
    • Observa vídeos de YouTube de diferentes intérpretes y compara diversos aspectos.
    • Explora el terreno de la composición y de la improvisación.
    • Lee libros sobre música o interpretación.
  • Cuida tu mente y tu cuerpo.
    • Practica Mindfulness si consideras que te aporta beneficios.
    • Practica algún deporte que te guste cuidando la buena utilización de tu cuerpo.
    • Aprovecha a tope el contacto con la naturaleza: salidas al campo, excursiones, senderismo …
    • Practica alguna técnica corporal si te es posible (Técnica Alexander, Método Feldenkrais, Método Trager, Yoga, Pilates …)
  • Lee o trabaja obras que te gusten mucho.
    • Cuida que no estén muy por encima de lo que aconsejaría tu nivel actual.
  • Lee parte de las obras que vas a trabajar el curso próximo.
  • Realiza una revisión de los aspectos técnicos básicos de tu instrumento.
    • Esto te ayudará a limpiar y a sentar unas buenas bases. En el próximo artículo dispondrás de una guía para realizar esta beneficiosa tarea.
  • Si la situación lo permite, realiza cursos de verano
    • Aquellos que consideres que pueden ser convenientes para ti: por el profesorado, por la gente con la que puedas estar esos días, por las actividades propuestas …

Este curso se acaba y lo hace además de una forma inusual. Profesores y alumnos nos despedimos por videollamada deseándonos un buen verano con la esperanza de poder vernos de verdad a partir de septiembre. 

¡Deseo que estas propuestas te ayuden a disfrutar de un gran verano musical!
R.G.M.

Aquí tienes una refrescante interpretación de la «Sonata K. 141» de Domenico Scarlatti por parte de la extraordinaria pianista Martha Argerich. Un buen ejemplo de lo que supone disfrutar haciendo música y un inigualable estímulo para comenzar las  vacaciones de verano.