“¿Mi mejor verano? Sin duda, uno que todavía no he vivido”
Philip Roth. Escritor.
Como sucede cada año, el paréntesis académico del verano representa una ocasión extraordinaria para descansar, renovarnos y recobrar energías.
¿Crees que es posible disfrutar de él y además aprovechar los enormes beneficios que ofrecen estos meses de transición? ¿Sabes cómo emprender el nuevo curso en las mejores condiciones posibles?
A continuación te presento varias propuestas destinadas a convertir este periodo estival en un sugerente trampolín para el próximo curso.
Evalúa cómo ha ido tu curso con tu instrumento musical o con la voz.
Cuando concluimos un curso, una etapa, o el mero estudio de una obra, nos interesa tomarnos un momento para reflexionar sobre ello. En esta tarea de análisis puedes:
- Pregúntate cómo te sentías al principio de curso en relación con tu rendimiento musical y cómo te has sentido en las últimas semanas.
- ¿En qué aspectos te ves mejor?
- ¿En qué otros asuntos tienes la sensación que no se ha dado la mejora que esperabas o deseabas?
- ¿Qué aspectos consideras que has descuidado y que habría sido importante tener en cuenta?
- ¿Cómo has gestionado las dificultades o los momentos más delicados?
Proyéctate hacia el próximo curso.
A partir de esta reflexión, proyéctate de forma constructiva y motivadora hacia el próximo curso. Una muy buena forma de generar energías positivas tiene que ver con dirigir tu foco de atención hacia aquello que deseas conseguir en el futuro. A partir de los dos puntos anteriores, pregúntate cómo puedes plantear tu verano con el fin de crear unas condiciones idóneas para el comienzo de tu nuevo curso. Aquí dispones de algunas sugerencias: Este curso se acaba y lo hace además de una forma inusual. Profesores y alumnos nos despedimos por videollamada deseándonos un buen verano con la esperanza de poder vernos de verdad a partir de septiembre. ¡Deseo que estas propuestas te ayuden a disfrutar de un gran verano musical! Aquí tienes una refrescante interpretación de la «Sonata K. 141» de Domenico Scarlatti por parte de la extraordinaria pianista Martha Argerich. Un buen ejemplo de lo que supone disfrutar haciendo música y un inigualable estímulo para comenzar las vacaciones de verano. Diseña propuestas interesantes para este verano
R.G.M.